Desde hace décadas, el concepto y la forma de la preparación de la embarazada   ha variado totalmente, puesto que no se ve en ella únicamente a una mujer que va a dar a luz, sino además, “una mujer que va a ser madre”; por ello hablamos de “Educación maternal” o de “Preparación a la maternidad/ paternidad” y más recientemente, “Educación para el nacimiento y la crianza”, con diferentes métodos  y en todos ellos con información sobre el proceso, preparación psicológica y entrenamiento físico.

Para una buena preparación a la maternidad/paternidad no basta con que la mujer llegue a su maternidad somáticamente (físicamente) sana. Es necesario que ambos lleguéis psicológicamente maduros, ya que vuestra labor, resulta decisiva en el futuro desarrollo psico-emocional de vuestro hijo como persona. Interesa que el parto sea lo más llevadero posible, pero interesa mucho más, que lo aprendido os ayude a vivir conscientemente el proceso.

Es indudable que un porcentaje muy alto de embarazadas, acude a seguir un curso de Preparación a la Maternidad, bajo una motivación fundamental: “no  sufrir” o “sufrir lo menos posible”, con el único temor al “posible dolor”.

Sin embargo, una vez iniciado el curso, sus motivaciones pueden cambiar por completo. La adquisición de conocimientos y recursos para afrontar diferentes situaciones puede haceros cambiar de actitud.

El aprendizaje es una característica de la especie humana, de tal manera que sin  él, la humanidad no podría sobrevivir. Para que el recién nacido pueda subsistir, es necesario que lo vaya aprendiendo todo: desde agarrarse al pezón de su madre, hasta llegar a razonar en el futuro.

Pero la motivación que adquiere mayor relevancia en el curso es pensar que pasáis de ser sujetos pasivos a sujetos activos e implicados en la toma de decisiones, conjuntamente con los profesionales. Este cambio de actitud supondrá una gran ayuda, no sólo para vosotros, sino para todo el equipo que os atiende.

El papel de la pareja

El estado psíquico de la futura madre, así como su condicionamiento positivo, es claramente superior en aquellas gestantes en las que su pareja colaboró activamente.

Actualmente, el padre mayoritariamente asume de manera activa su protagonismo    y recupera su puesto desde el primer momento. Esto supone ya una situación psicológica distinta.

En el momento del parto, la mujer necesita un apoyo moral y no encontrarse sola; qué mejor que contar con la colaboración de su pareja. Éste será su punto de apoyo emocional constante.

Pero para que la pareja sea realmente útil es preciso enseñarle cuál es su misión.

De ahí la necesidad de compartir el aprendizaje del curso, donde aprenderá a:

1
Decidir con ella el momento de acudir a la maternidad u hospital.
2
Afrontar juntos el proceso de dilatación porque puede desarrollarse lentamente y requiere el mayor acompañamiento emocional posible.
3
Crear a su alrededor un ambiente de tranquilidad y confianza, evitando visitas innecesarias o inoportunas. Es preferible que la familia materna o paterna pase a un segundo plano
4
Colaborar con ella durante las contracciones para poder utilizar correctamente la relajación y el ritmo de la respiración.
5
Colaborar con el equipo que atiende a la madre durante todo el proceso.
6
Apoyarla, sobre todo si las cosas se ponen difíciles y demostrarle que se siente orgulloso de ella. Eso sirve como refuerzo positivo.

Recuerda

La pareja debe implicarse verdadera e intensamente en el proceso, pues forma parte del binomio madre-hijo.

Programas de preparación

En los programas de preparación a la maternidad/paternidad intentamos dar una respuesta satisfactoria con el fin de que sea una vivencia positiva para vosotras, vuestra pareja y vuestro hijo. Una adecuada preparación, debe y puede incidir de manera directa en el aumento de la salud y bienestar de la familia.

Es posible que cada comunidad autónoma o que cada profesional tenga unos programas adecuados a las necesidades de su población o del grupo de gestantes que atiende, pero a continuación os exponemos unas líneas generales de lo que debe ser un programa de educación al nacimiento y la crianza.

El contenido de estos programas se imparte en tres grandes períodos, de forma general. El primero debe ser realizado preferentemente antes de la semana 12 de gestación y si no es posible, antes de la semana 28. El segundo se realiza a partir de la semana 28, y el tercer período, en el postparto, a partir de los 20 ó 30 días del parto.

Primer periodo

El objetivo general es que la pareja conozca precozmente los cambios y molestias que se producen durante el embarazo, para que sepan cómo cuidarse.

Los objetivos específicos son:

  • Mostrar los hábitos y costumbres sanas que debe seguir la gestante durante el embarazo.
  • Eliminar las ideas erróneas y distorsionadas referentes al embarazo.
  • Fomentar relaciones y actividades positivas y satisfactorias en la pareja durante el embarazo, parto y puerperio.
  • Promocionar en la pareja relaciones positivas y satisfactorias durante el embarazo.
  • Compartir la mayoría de actividades relacionadas con el proceso (visitas, paseos, etc.)

 En este primer nivel se hacen de una a tres sesiones, con los siguientes contenidos:

  • Cambios físicos y psicológicos en el embarazo.
  • Normas para confeccionar la dieta de la embarazada.
  • Molestias que pueden aparecer a lo largo de la gestación.
  • Cuidados y consejos durante el embarazo.
  • Signos de alarma.
  • Iniciación a la relajación y respiración.

Segundo periodo

Se intenta conseguir un estado de salud óptimo durante el embarazo, nacimiento y etapa postnatal, fomentando el autocuidado.

Los objetivos específicos son:

  • Reducir el estado de ansiedad y temor mediante una exacta y adecuada información y formación.
  • Colaborar y participar activamente en las etapas del parto, ambos miembros de la pareja
  • Reconocer a vuestro bebé como ser humano activo y sensible ya desde la etapa antenatal.
  • Facilitar los recursos necesarios para aumentar el bienestar durante el trabajo de parto.

En este segundo nivel se hacen de 7 a 10 sesiones, con los siguientes contenidos:

  • Anatomía y fisiología del aparato genital masculino y femenino.
  • Fecundación y desarrollo embrionario y fetal.
  • Psicología durante el embarazo y puerperio.
  •  El papel del padre.
  • La respiración, su mecanismo y función.
  • Tipos de respiraciones en el período de dilatación y parto.
  • Fases del parto.
  • Diferencia entre el trabajo de parto verdadero y falso.
  • ¿Cuándo acudir al hospital?
  • Visita a la maternidad de referencia.
  • Cuidados de la matrona en el hospital.
  • Alteraciones que pueden producirse en el parto.
  • Cambios y cuidados durante los primeros días del postparto.
  • Cuidados del recién nacido. Nociones de puericultura.

En estas mismas sesiones se enseñarán los ejercicios de respiración, relajación y entrenamiento físico.

Respiración

Saber respirar contribuye a liberar tensión y crear un estado de relajación agradable. La oxigenación mejora el estado materno-fetal durante el embarazo y el trabajo del parto.

Los objetivos son:

  • Conseguir una buena oxigenación durante el embarazo y en el parto.
  • Mantener al feto en las mejores condiciones durante el trabajo de parto.
  • Crear el reflejo condicionado: contracción-relajación.

Los ejercicios de respiración deben realizarse diariamente para conseguir un buen entrenamiento, es decir, para que sean efectivos, de  la  misma manera  que nos prepararíamos para un trabajo físico que requiriera de un gran esfuerzo físico.

Relajación

Un curso esencial para disminuir la ansiedad que probablemente te genere imaginar el trabajo del parto. Son distintas las técnicas de relajación que pueden ser utilizadas, aunque los objetivos son los mismos:

  • Reducir la ansiedad y el estado de estrés en la gestante y su pareja.
  • Conseguir un estado de conciencia positiva.
  • Acortar la duración y las sensaciones de malestar que pueda ocasionar el proceso de parto.
  • Conseguir la comunicación (vinculación) madre-hijo.

Estos ejercicios deben entrenarse diariamente para conseguir un buen aprendizaje de la técnica.

Entrenamiento físico

La preparación para la maternidad, también necesita de un buen estado físico (corporal). No se trata de una “simple gimnasia”, sino de una auténtica relajación dinámica.

Los objetivos son:

  • Mejorar el bienestar corporal preparando las partes musculares osteoarticulares que intervienen no sólo en el embarazo, sino posteriormente en el momento del parto.
  • Aumentar la elasticidad muscular.
  • Estimular la circulación sanguínea.
  • Flexibilizar las articulaciones que intervienen en el parto.

Estos ejercicios se deben practicar diariamente para conseguir buenos resultados.

Natación prenatal:

Recomendada a todas las gestantes hasta la 37 semana de gestación.

Los objetivos son:

  • Obtener una buena relajación.
  • Control del ritmo de la respiración.
  • Reforzar los músculos que intervendrán en el parto.
  • Incrementar el estado anímico al mejorar las condiciones generales del organismo.
  • Conseguir aliviar las molestias dorsolumbares y disminuir la incidencia de varices.

Tercer periodo

Es el período de seis a ocho semanas en el que se producen una serie de cambios físicos y psicológicos desde que termina el parto hasta la total recuperación de la mujer, también llamado “puerperio”.

Su objetivo general es aumentar el nivel de salud de las mujeres y del recién nacido durante el postparto.

Los objetivos específicos son:

  • Lograr que adquieras las habilidades necesarias para poder cuidar de ti y del recién nacido durante el postparto, así como aumentar los conocimientos de los padres al respecto.
  • Aumentar la participación del padre en la crianza de los hijos.
  • Prevenir la depresión postparto.
  • Reforzar el mantenimiento de la lactancia materna, en el caso de que la madre  haya  optado por ella.
  • Asesorar sobre métodos anticonceptivos para evitar embarazos no deseados en esta etapa.
  • Recuperar el tono muscular de la zona perineal y abdominal.
  • Detectar cualquier problema de tu hija/o   y, si lo hubiera, derivarlo al especialista correspondiente.

En este tercer nivel se realizan de 3 a 7 sesiones, con los siguientes contenidos:

Relacionadas con la madre:

  • Dinámica de grupo sobre la vivencia de parto.
  • Conocimientos respecto al restablecimiento de la ovulación y menstruación, la reanudación de las relaciones sexuales y las ventajas, inconvenientes y contraindicaciones de los métodos anticonceptivos.
  • Informar sobre los autocuidados en el puerperio tardío.

Relacionadas con el recién nacido:

  • Reforzar  el modelo de  lactancia elegida.
  • Desarrollo psicomotor y comportamiento.
  • Patologías más frecuentes en los primeros meses de vida.
  • Calendario de vacunaciones.
  • La figura del padre (pareja).
  • La visita al pediatra.

En cada una de las sesiones se enseñan ejercicios físicos para reforzar la musculatura y evitar las molestias en este período.