Para la píldora informativa del mes de marzo nos hemos fijado en un interesante artículo aparecido en la revista Infomatronas del mes de enero que habla sobre las náuseas del embarazo y su relación con un estudio publicado en la revista Nature cuyo contenido puede ayudar a encontrar un mejor tratamiento de los vómitos “infradiagnosticados”.
¿Tendemos a generalizar demasiado cuando hablamos de las afecciones del embarazo?
Solemos ver en distintos medios como todo lo relacionado con las enfermedades o afecciones del embarazo se reduce a cuestión de plazos, estadísticas y porcentajes. Así, es frecuente leer que un problema determinado del embarazo (mareos, dolor de espalda, calambres, congestión nasal…) es habitual en la semana X de embarazo o en un trimestre determinado. O que algunos de los síntomas del embarazo lo experimentan un tanto por ciento determinado de embarazadas (por ejemplo, un XX% de mujeres embarazadas padecerán estreñimiento durante su embarazo).
Lo dicho en el párrafo anterior lo podemos ver de forma más clara con algunas afecciones determinadas, como son el caso de las náuseas. Para empezar, es habitual ponerlas el apellido de “matutinas”, cuando hay mujeres que las experimentan a lo largo de todo el día. Segundo, se suele decir aquello de que es un “síntoma típico” del primer trimestre, cuando hay embarazadas que las sufren durante todo el embarazo. Tercero, se suelen “etiquetar” como leves o simplemente “molestas”, cuando la realidad refleja que para muchas mujeres es un problema importante. De hecho, entre un 1% y un 3% de embarazadas sufren hiperémesis gravídica, náuseas y vómitos intensos y persistentes durante buena parte del embarazo que pueden llevar en algunos casos al ingreso hospitalario.
Un ejemplo concreto: el caso de Charlotte Howden
El gran malestar que sufren las mujeres con vómitos y náuseas graves en el embarazo lo describe muy bien Charlotte Howden, directora ejecutiva de la organización benéfica del Reino Unido Pregnant Sickness Support, quien cuenta que llegó a vomitar hasta 30 veces al día durante su embarazo, lo que suponía para ella un gran problema para trabajar o cuidar de otros niños.
Una de sus afirmaciones viene a cuestionar eso de que las náuseas suelen ser un problema leve y se limitan a la primera época del embarazo: “muchas mujeres experimentan náuseas y vómitos constantes e implacables que pueden continuar durante todo el embarazo», dice. Además, no considera que enfermedades como la Hiperémesis gravídica se las deba considerar como “enfermedades raras” por afectar a un número reducido de mujeres: “si nos fijamos en las estadísticas, el 3% es mucha gente; en el Reino Unido, eso equivale a unas 30.000 mujeres al año».
Un estudio que podría conducir a un mejor tratamiento de los vómitos del embarazo
Por lo tanto, ni todas las náuseas son matutinas, ni todas son leves, ni se reducen solo al primer trimestre de embarazo. El estudio publicado en la revista Nature, del que se hace eco Infomatronas en su publicación de enero, recoge esta realidad y podría llevar a un mejor tratamiento de los vómitos “infradiagnosticados e infratratados”.
La investigación halló que una única hormona producida por el feto, la GDF15, es la que causa náuseas y vómitos en la mujer embarazada y que la cantidad de la hormona en la sangre de la madre antes y durante el embarazo estaría relacionada con la gravedad de las enfermedades durante el embarazo. El objetivo del estudio es ayudar a dar un mejor tratamiento a esta afección, también en casos más graves de náuseas y vómitos como es el caso de la ya citada hiperémesis gravídica.
Fuentes de la información: