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El recién nacido – Alimentación del lactante 

Los 6 meses de vida del bebé son los que suelen marcar la frontera entre la alimentación exclusiva al pecho y el acompañamiento con la alimentación complementaria. La lactancia puede mantenerse mientras madre e hijo quieran, ya que tiene muchos beneficios para los dos y protege frente a enfermedades. 

La lactancia es un tema muy amplio y que suele suscitar muchas dudas en las madres. En primer lugar, hay que tener en cuenta que existen 3 tipos de lactancia: la lactancia materna, que se basa en la leche humana; la lactancia mixta, en la que el bebé, además de la leche de la madre, recibe leche artificial; y la lactancia artificial, que se basa en sucedáneos de la leche materna. Otros términos importantes para las madres durante el periodo de lactancia son calostro, subida de la leche, agarre profundo, succión nocturna, lactancia a demanda, cólicos del lactante y gastroenteritis del lactante.  

Varias posiciones contribuyen a facilitar la lactancia al bebé como la posición de cuna, posición de rugby, posición recostada y la posición reclinada. Sin embargo, puede ocurrir que el inicio de la lactancia no sea todo lo exitoso que la madre espera debido a algunos problemas que pueden surgir en este periodo. Los más comunes son la ingurgitación mamaria, las grietas en el pezón, la mastitis, dolores en los pezones, tener el pezón plano o invertido, la hipogalactia y la agalactia.  

Aunque la leche materna siga siendo el alimento básico, a partir de los 6 meses del bebé conviene introducir una alimentación complementaria adecuada que aporte al hijo/a las necesidades nutricionales que requiere. Hay que tener en cuenta qué alimentos se deben evitar dependiendo de la edad del bebé, por lo que conviene informarse bien al respecto.    

Cuidados e higiene del recién nacido

Durante las primeras semanas del bebé existen algunas señales que avisarán a los padres de que es necesario acudir al pediatra como la ictericia y la alteración de la temperatura corporal (hipotermia e hipertermia). Sin embargo, hay otras que, aunque llamen la atención, no suponen que haya que acudir al médico como bocanadas, pérdidas normales de peso, estornudos, hipo y llanto. Sí que habrá que acudir al médico a las 48 o 72 horas del nacimiento del niño para realizarle la prueba del talón y antes de los 10 días para la primera visita al pediatra

La lista de cuidados que hay que tener con el recién nacido es muy larga. Algunos serían cuidados más puntuales, como los que afectan al cordón umbilical. No obstante, la mayoría serían cuidados para con el recién nacido que se extienden en el tiempo; a saber: paseos, baños, pañales, cuidados de la boca, microbiota intestinal y uso de antibióticos, estreñimiento, desarrollo del sistema inmunitario y óseo, desarrollo cerebral y visual y el sueño del bebé.  

Capítulo aparte merece el tema del cuidado de la piel en el pequeño, debido a que ésta es extremadamente delicada. Algunas de las alteraciones que afectan a la piel y se pueden dar en el bebé son la ictericia fisiológica, la ictericia de la lactancia materna, o el acné neonatal, entre otras.  

Por último, los padres tienen que ser conscientes de la importancia de cumplir con el calendario de vacunación, ya que con ello protegerán a su hijo y a los que le rodean de muchos tipos de enfermedades.