Vaginosis bacteriana y su relación con el parto prematuro

vaginosis bacteriana

Para la “Píldora informativa” de este mes hemos puesto el foco en un amplio y esclarecedor artículo aparecido en la revista Matronas Hoy que habla sobre la relación que existe entre la vaginosis bacteriana y el parto prematuro. Para ello, hemos intentado resumir los puntos clave de dicho artículo a través de diez preguntas.

1. ¿Qué es la vaginosis bacteriana (VB) y cuáles son los factores de riesgo?

Se llama vaginosis bacteriana (VB) a una alteración del equilibrio de la flora vaginal y se caracteriza por la presencia de múltiples bacterias en un número más alto de lo que es habitual. Se trata de una afección que tiene alta prevalencia en mujeres en edad reproductiva, siendo el trastorno vaginal más común en las mujeres en edad fértil (prevalencia mundial de entre el 23% y 29%).

En el artículo de Matronas Hoy, se enumera una serie de riesgos sobre esta afección, entre ellos, el tabaquismo, el consumo de alcohol, un nivel socioeconómico bajo, ciertas conductas sexuales (sexo oral receptivo, sexo no protegido…), factores nutricionales, duchas vaginales, presentación previa de infecciones bacterianas o virales… Por el contrario, entre los factores protectores se habla de no haber tenido nunca relaciones sexuales, uso del condón o la circuncisión masculina.

2. ¿Qué síntomas puede tener la vaginosis bacteriana?

Esta afección tan común en mujeres en edad reproductiva puede ser asintomática en un importante número de pacientes. Entre las manifestaciones habituales hay que mencionar un flujo vaginal anormal con olor desagradable (especialmente tras haber tenido relaciones sexuales), flujo que es blanco o grisáceo y posibilidad de que se acompañe de prurito leve alrededor de la vagina.

3. ¿Cómo puede afectar a la mujer?

La vaginosis bacteriana puede desembocar en diferentes complicaciones que afecten a mujeres en edad reproductiva, entre ellas, mayor riesgo de amnionitis, parto pretérmino, rotura prematura de membranas, infecciones posaborto, aborto espontáneo, así como mayor riesgo de contraer y trasmitir infecciones de transmisión sexual, bacterianas o virales.

4. ¿Cómo se puede diagnosticar la vaginosis bacteriana?

Es posible diagnosticar esta afección mediante criterios clínicos. Así, los “Criterios de Amsel” establecen hasta cuatro principios clínicos que ayudan a diagnosticarlo:

  • Flujo vaginal homogéneo, leucorrea de color blanco-grisáceo.
  • Olor a aminas (pescado) antes y después de agregar solución de hidróxido de potasio a las secreciones vaginales.
  • Presencia de células guía, clave o en clavija, que son células epiteliales cubiertas por cocobacilos en la microscopia (criterio altamente significativo).
  • PH vaginal mayor de 4,5.

5. ¿Qué hacer?

Una identificación temprana es clave, así como una vigilancia adecuada en caso de evidencia científica. Las mujeres embarazadas sintomáticas deben tratarse con medicación correcta para prevenir complicaciones futuras.

que es la vaginosis bacteriana

6. ¿Cómo se puede tratar?

En este sentido, el artículo de Matronas Hoy destaca que esta afección es tratable y curable, siendo el antibiótico metronidazol el mejor tratamiento, aunque también se menciona que “la eficacia de los tratamientos contra la vaginosis bacteriana es baja si no se combinan con consejos sobre el modo de vida o la reducción de riesgos”. Igualmente, se citan a probióticos y lactoferrina como tratamiento adyuvante de la VB.

7. ¿Qué se puede hacer para prevenirla?

Quizá, uno de los puntos más importantes del artículo es el que habla de las pautas a seguir para poder prevenir la vaginosis bacteriana, destacando la importancia del papel de la matrona en este apartado con indicaciones a las mujeres sobre cómo evitar los factores de riesgo, además del seguimiento de las medidas básicas de prevención para reducir la incidencia de las infecciones vaginales (cómo debe ser la limpieza tras las necesidades fisiológicas, qué tipo de ropa utilizar, recomendaciones higiénicas generales y de la zona genital…)

8. ¿Qué es el Parto Prematuro?

Dejamos por un momento el tema de la vaginosis bacteriana para centrarnos en el segundo de los aspectos que toca el artículo, el del parto prematuro ¿Qué es, qué tipos hay, cuáles son sus causas?

Según la OMS el parto prematuro es el que se produce antes de la semana 37 (se consideraría “Parto prematuro extremo” al que sucede antes de las 28 semanas, “muy prematuro” si ocurre entre las semanas 28 y 32, y “prematuro entre moderado y tardío”, aquellos que suceden entre las semanas 32 y 37”.

Las causas de estos tipos de parto son varias, siendo las más frecuentes las infecciosas. Uno de los datos más llamativos es que “las complicaciones derivadas de la prematuridad son la primera causa de muerte neonatal y la segunda entre niños menores de 5 años” y que pueden llevar a discapacidad o enfermedades.

9. ¿Qué relación hay entre la vaginosis bacteriana y el parto prematuro?

Finalmente, llegamos a la pregunta clave del artículo y el objeto del estudio en el que se basa: cuáles son las evidencias científicas actualizadas que relacionan la VB con el parto pretérmino.

En este sentido, parece ser que en la actualidad hay una evidencia clara que asocia la vaginosis bacteriana en el embarazo con un mayor riesgo de parto prematuro. Una forma de disminuir su incidencia es tratando las infecciones urinarias y vaginales y realizando intervenciones específicas en el grupo de mujeres embarazadas con vaginosis bacteriana

10. ¿Cuál sería el papel de la matrona?

Quedaría tratar un punto más, el del papel de la matrona en la identificación y manejo de esta infección, siendo dicho papel esencial en la atención prenatal, actuando como un primer punto de contacto para las mujeres embarazadas y reconociendo los signos y síntomas de esta afección, lo que ayudaría a reducir la incidencia de partos prematuros asociados con la vaginosis bacteriana.

Fuente de la información: Revista Matronas Hoy